Hay una máxima en ventas que es vender UNA sola cosa A LA VEZ.
O sea, que si le tienes que pedir algo a alguien, todo el texto, voz o vídeo con el que le estés convenciendo debe concentrarse, como un punto laser, en hacer que haga UNA SOLA COSA.
No puedes pedirle que te compre una cosa y, si no le gusta, la otra.
O que ya que has llegado hasta ahí que te rellene dos encuestas, te de dos likes y comparta con su tía Rita.
Solo se pide una sola cosa.
Y esto, más allá de una técnica de venta, responde a una máxima de la energía masculina.
El hombre se mueve cuando tiene UNA MISIÓN.
Si un hombre tiene una misión, se levantará motivado, se duchará, hará ejercicio y te dará los buenos días.
Los hombres estamos programados para tener una misión concreta, sin ambivalencias, sin intromisiones, una sola cosa a la vez.
¿Eso significa que no podamos hacer más cosas que esa misión?
No, existen sub misiones que apoyan a la misión principal, pero todo aquello que te separe de tu misión principal te hará débil, irascible e ineficaz.
A corto plazo, tener pequeñas victorias en forma de misiones fáciles de alcanzar te hará feliz, pero, en el largo plazo, perder el foco en TU GRAN MISIÓN te hará un hombre débil.
Es a la vida lo que el scroll infinito lo es a nuestro cerebro.
Y es justamente a lo que le estoy dando vueltas ahora mismo con esta newsletter.
Una misión muy concreta que resuelva un problema tuyo muy concreto.
Sumado a que tiene que ser algo que me mueva por dentro.
Me pone mucho algo que tenga que ver con hacerte mejor padre pero desde distintos planos.
Mejorar tu forma física.
Compartir recursos sobre educación.
Una comunidad con padres que se ayuden los unos a los otros.
Todo paquetizado y listo para consumir.
Estoy hablando en voz alta mientras escribo y quería compartirlo contigo.
Una sola misión.
Te iré contando.
PD Y ganar dinero por el camino, claro.