¿Sabes por qué se dice la expresión “hablar desde la barrera”?
Es la típica imagen del que se sienta en el tendido de la plaza de toros, en su cómodo asiento, se apoya en la barrera y va gritando/aconsejando al torero cómo debe torear mientras este se juega la vida.
-Levanta más el brazo.
-Hazlo más lentito.
Es posible que este personaje no se haya puesto delante de un toro en su vida y pretende, desde su pasiva postura, que el torero siga sus indicaciones como si estando en ese baile de la muerte fuera fácil racionalizar nada.
Con la paternidad ocurre algo parecido.
Es tener un hijo y te salen cientos de padres que crían desde la barrera.
-Cambia ya a tu hijo de la cuna a la cama.
-No le des de comer eso.
-Mis hijos nunca han tenido un berrinche en público.
-Mi madre no nos ha dejado nunca hacer eso.
Y así hasta el infinito.
En esta corriente anti natalidad que percibo desde hace tiempo, se ha instaurado esto pero dándole un girito magnífico.
Estos consejos sobre paternidad te lo dan personas sin hijos.
-Si tu hijo llora en una terraza no lo saques.
-Yo no dejaría a mi hijo con una canguro, no lo he tenido para que me lo críe otro.
Personas que no tienen ni la más remota idea del impacto de un niño en su día a día dando consejos de crianza.
Pura España.
Si has tenido un niño hace poco o planeas tener otro tengo un consejo para ti que me ha servido para muchos aspectos de mi vida, y también para los que tienen complejo de padre desde la barrera.
-A nosotros nos gusta así.
Es una frase comodín que te salva de todo.
¿Tu suegra quiere que el niño no juegue sin zapatos en la piscina?
A nosotros nos gusta así.
¿A tu padre no le gusta que al niño le pongan una coleta en el cole como a sus compañeras?
A nosotros nos gusta así.
¿Tu amiga nutricionista se echa las manos a la cabeza porque en fin de semana tu hijo se come un helado de tres bolas?
A nosotros nos gusta así.
Es un argumento tan irracional y racional al mismo tiempo que deja poca salida a la argumentación.
A ti te gustaría hacerlo de una manera y a mí de otra.
Y si no te gusta, ¿Sabes cual es la mejor solución?
Ten un hijo y cría al tuyo como te de la gana.
Óscar, ¿Vas a acabar así en seco esta publicación?
A mí me gusta así.